miércoles, 5 de agosto de 2015

REFLEXION

Juan 8:1     y Jesús se fue al monte de los Olivos.  2 Y por la mañana volvió al templo, y todo el pueblo vino a él; y sentado él, les enseñaba.

Como podemos ver el Señor no se amedranta aunque halla un ataque directo, es notorio que deja de lado estas cosas y se dedica a lo que es importante, predicar la palabra de su Padre, esto es lo que deberia motivarnos a nosotros tambien, que nada se interponga en ese deseo de glorificar al Padre, una multitud de personas vinieron a él, estaban sedientas, estaban con deseos de seguir conociendo lo que el tenia para enseñarles, su deseo era llevar el evangelio a todos los sendientos y hambrientos, aunque no todos llegarian a ser hijos de Dios, podemos ver que esto no es excusa para el Señor y no predicarles, no enseñarles, es bien sabido que muchos escucharan y seran enseñados, pero que tambien muchos se iran despues, como si nada hubiera pasado, es ahi donde podemos entender la parabola del sembrador, hay mucha semilla, y estamos enviados a esparcirla por donde quiera que vamos, no nos debe importar donde caiga, si notamos la parabola dice que parte cayé en el camino, parte entre piedras, otra parte entre espinos, y otra en buena tierra, solo la que cayó en buena tierra fue la que dió fruto, y es que muchas veces nos dedicamos a escoger a quien le predicamos, esa no es nuestra labor, debe ser algo claro para nosotros que a todas las personas debemos predicar, asi como el Señor lo hizo con todo el pueblo que se volcó a escucharlo, y el no se puso en ese momento aunque tiene el conocimiento pleno de quienes son los suyos, a escogerlos ahi, y depacha a los demas a sus casas, no, de ninguna manera, a todos les enseñó, que diferente sería si nos dedicaramos de verdad a anunciar el evangelio a todo el mundo y dejar de hacer esas escogencias que solemos hacer cuando vamos a predicar, y no me diga que usted no lo hace, porque tendria que decirle examinese, porque no le anunciamos a todos los que vemos en la calle, o cerca de nosotros, siempre miramos caras, y empieza en nosotros es lucha, será que me oye, este tiene cara de malo, este se ve muy bravo, que tal si me pegan, que tal si, y ahi nos quedamos, es por eso que nos quedamos callados, no importa si la semilla cae en el camino, no importa que caiga en las piedras, o entre espinos, debemos sembrar, ya que este es el mandato, y el Señor nos da su ejemplo, se sentó con todos y les enseñaba, esta labor nos fue encomendada, y tal como dije ayer, no es nuestro proposito conseguir almas para la iglesia, debe ser nuestro proposito el predicar para que el Padre sea glorificado, no hay otro proposito, y si tenemos esto en claro, no nos importará nada para hacer lo que estamos llamados a hacer.

Muchas personas estan sedientas y hambrientas hoy, y debemos saber que nuestro deber es predicarles, no importa que nunca lleguen a ser cristianos, no importa que se alejen de nosotros, no importa que nos rechazen, o que vegan en busca de otras cosas, lo que si debemos tener claro es que no es otra semilla la que debamos sembrar sino el evangelio, ese que convence de pacado, justicia y juicio, ese que nos fue dejado por el Señor, que es la palabra de verdad, esa que solo encontramos al estudiar las escrituras.


Oh Señor ayudanos a ser como tu, que solo nos importe llevar tu mensaje, siguiendo tu ejemplo, enseñando lo que tu haz mandado, y podamos ver como tu añades cada dia los que han de ser salvos, permite que no desfallezcamos, si no que tomemos aliento en ti, como dice tu palabra, fortalece nuestras rodillas cansadas, danos la fuerza para seguir, aunque halla un ejercito contra nosotros, sabiendo que la victoria es tuya.


BENDICIONESSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSS

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