Juan
8:9 Pero ellos, al oír esto, acusados por su conciencia, salían uno a
uno, comenzando desde los más viejos hasta los postreros; y quedó solo
Jesús, y la mujer que estaba en medio.
10 Enderezándose Jesús, y no viendo a nadie sino a la mujer, le dijo: Mujer, ¿dónde están los que te acusaban? ¿Ninguno te condenó? 11 Ella dijo: Ninguno, Señor. Entonces Jesús le dijo: Ni yo te condeno; vete, y no peques más.
Esta reacción que tienen los acusadores es la muestra de la condicion humana y tambien lo que pasa cuando son enfrentados a sus propios errores, es importante señalar que la conciencia se encargar de aterrizarnos a fin de que no cuestionemos los errores de otros sin antes tener presente los nuestros, la situación es muy incomoda, pues al ser requeridos en publico como ellos lo estaban haciendo con la mujer, se empiezan a mostrar una gran cantidad de pensamientos en ellos, tal vez algunos pensaron, yo estaba haciendo tal cosa, otros quizas se acordaron de que algunos de los estaban ahi, tambien deberían ser apedreeados, y muchos más rapido que la misma mujer, es por eso que cada uno de los acusadores, talvez ya con la piedra lista en la mano, empezaron a irse del lugar, con una pesades en su corazón por lo que interaron hacer con esa mujer, imagino que en su mente pasó una pelicula de los pecados cometidos por ellos, y fue estó lo que hizo que se fueran sin hacerle ningun daño, es importante tener presente que esto no ha cambiado, si nos analizaramos primero a nosotros mismos antes de proferir algun tipo de juicio sobre alguien, seguramente seriamos mas dociles, menos drasticos, pues sabriamos que nosotros tambien merecemos un juicio por nuestros pecados, eso es lo que el Señor quiere que hagamos, no que nos quedemos callados ante las situaciones pecaminosas de otros, sino que las veamos con la misma lupa que miramos las nuestras, en otras palabras analizar primero nuestra condición hará que no nos creamos con el derecho a juzgar tan duramente a otros, sino que los consideremos a ellos así como queremos que seamos considerados nosotros, obviamente esto solo sucede cuando se hace teniendo como base el amor, del cual estamos tan necesitados, ya que la sociedad se ha encargado de apagarlo, de minimizarlo, y es que creemos que alguien que hace algun tipo de pecado es más malo que nosotros que hicimos lo mismo pero en menor escala, es decir, si alguien se roba 1000 millones de pesos, es mas malo que aquel que solo se roba 100 pesos, pero debemos tener presente que el pecado es el mismo, y ambos merecen el mismo castigo, ahora bien miremos lo que dice la escritura : La paga del pecado es la MUERTE, notese que no dice tal pecado, o estos pecados estan exonerados de esa sentencia, la paga de todo pecado es la misma, pero ahi si entra nuestro deseo de pensar que somos mas misericordiosos que Dios, diciendo: Como van a matar al que se robó 100 pesos, si eso no es nada, maten de una al que se robó los 1000 millones, ese si merece la pena capital, y es porque olvidamos que el pecado es el mismo. cuando todos se van, y queda solo el Señor con la mujer, le pregunta: mujer donde estan los que te acusaban, ninguno te condenó? podemos tener en cuenta que si en esa multitud habia alguien que podria arrojar la piedra sobre la mujer, era el mismo Señor, nadie mas podria haberlo hecho, y es por eso que todos se fueron, ella responde: Ninguno Señor, imaginen la verguenza de esa mujer, estar frente a una multitud siendo acusada de un pecado tan vergonzoso como ese, muchos de ellos con piedras en la mano, listos para arrojarlas a ella, en el momento que se diera la orden, y delante aunque ella no lo supiera en ese momento del mismo Dios, si lo ponemos en nuestro contexto, que querrias que pasará en ese momento, algunos estarian pensando (Tragame tierra) y es que la verguenza que se siente al ser cuestionado por algo que se ha hecho en publico es algo que muy pocos son capaces de soportar, imagino que ella estaba totalmente avergonzada y seguramente con lagrimas corriendo por sus mejillas, sin querer mirar a los ojos al Señor, talvez no se atrevía a levantar su cara, esperando a ver que va a decir aquel a quien fue llevada, por quienes consideraban en ese momento que podria decidir si ella vivia o moria, y el le dice estas palabras, NI YO TE CONDENO, ahhh que palabras tan hermosas, que alegria saber que el unico que puede condenarme, no lo hace, sino que me dice que no me condena, trata de ponerte en el lugar de esa mujer, como reaccionarías ante esas palabras?
Despues de esas palabras el Señor le dice, vete y no peques más, esta debe ser la condicion del verdadero hijo de Dios, buscar por todos los medios dejar de pecar, tristemente no es lo que se ve hoy, la lucha contra el pecado ha sido pasada a un plano totalmente inalcanzable para muchos, pero el problema radica en que desde el pulpito se ha dejado de denunciar el pecado, porque es mas importante para muchos el que los congregantes den su dinero, a fin de presionarles con sus pecados, y esto ha llevado a los que estan en las iglesias se empiecen a sentir comodos con el pecado, el decirles no peques mas ha pasado a la historia, muchos dicen peque pero que no se note, que lo vean, procure hacerlo tan escondido que no se enteren los demas, en lugar de proponder para que los hermanos procuren llevar unas vidas santas, que agraden a Dios.
Oh Señor ayudanos a sentirnos comodos con el pecado, a que podamos cada dia luchar contra él, y no dejarnos envolver por sus garras, a que podamos desear cada vez mas estar alertas para no caer en las trampas del enemigo, danos la fuerza para luchar, y permite que no callemos ante las manifestacion de pecado que el enemigo pone a otros, permite tambien que tu amor nos mueva cada dia para hacer las cosas de tal manera que tu seas alabado, glorificado y honrado.
BENDICIONESSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSS
10 Enderezándose Jesús, y no viendo a nadie sino a la mujer, le dijo: Mujer, ¿dónde están los que te acusaban? ¿Ninguno te condenó? 11 Ella dijo: Ninguno, Señor. Entonces Jesús le dijo: Ni yo te condeno; vete, y no peques más.
Esta reacción que tienen los acusadores es la muestra de la condicion humana y tambien lo que pasa cuando son enfrentados a sus propios errores, es importante señalar que la conciencia se encargar de aterrizarnos a fin de que no cuestionemos los errores de otros sin antes tener presente los nuestros, la situación es muy incomoda, pues al ser requeridos en publico como ellos lo estaban haciendo con la mujer, se empiezan a mostrar una gran cantidad de pensamientos en ellos, tal vez algunos pensaron, yo estaba haciendo tal cosa, otros quizas se acordaron de que algunos de los estaban ahi, tambien deberían ser apedreeados, y muchos más rapido que la misma mujer, es por eso que cada uno de los acusadores, talvez ya con la piedra lista en la mano, empezaron a irse del lugar, con una pesades en su corazón por lo que interaron hacer con esa mujer, imagino que en su mente pasó una pelicula de los pecados cometidos por ellos, y fue estó lo que hizo que se fueran sin hacerle ningun daño, es importante tener presente que esto no ha cambiado, si nos analizaramos primero a nosotros mismos antes de proferir algun tipo de juicio sobre alguien, seguramente seriamos mas dociles, menos drasticos, pues sabriamos que nosotros tambien merecemos un juicio por nuestros pecados, eso es lo que el Señor quiere que hagamos, no que nos quedemos callados ante las situaciones pecaminosas de otros, sino que las veamos con la misma lupa que miramos las nuestras, en otras palabras analizar primero nuestra condición hará que no nos creamos con el derecho a juzgar tan duramente a otros, sino que los consideremos a ellos así como queremos que seamos considerados nosotros, obviamente esto solo sucede cuando se hace teniendo como base el amor, del cual estamos tan necesitados, ya que la sociedad se ha encargado de apagarlo, de minimizarlo, y es que creemos que alguien que hace algun tipo de pecado es más malo que nosotros que hicimos lo mismo pero en menor escala, es decir, si alguien se roba 1000 millones de pesos, es mas malo que aquel que solo se roba 100 pesos, pero debemos tener presente que el pecado es el mismo, y ambos merecen el mismo castigo, ahora bien miremos lo que dice la escritura : La paga del pecado es la MUERTE, notese que no dice tal pecado, o estos pecados estan exonerados de esa sentencia, la paga de todo pecado es la misma, pero ahi si entra nuestro deseo de pensar que somos mas misericordiosos que Dios, diciendo: Como van a matar al que se robó 100 pesos, si eso no es nada, maten de una al que se robó los 1000 millones, ese si merece la pena capital, y es porque olvidamos que el pecado es el mismo. cuando todos se van, y queda solo el Señor con la mujer, le pregunta: mujer donde estan los que te acusaban, ninguno te condenó? podemos tener en cuenta que si en esa multitud habia alguien que podria arrojar la piedra sobre la mujer, era el mismo Señor, nadie mas podria haberlo hecho, y es por eso que todos se fueron, ella responde: Ninguno Señor, imaginen la verguenza de esa mujer, estar frente a una multitud siendo acusada de un pecado tan vergonzoso como ese, muchos de ellos con piedras en la mano, listos para arrojarlas a ella, en el momento que se diera la orden, y delante aunque ella no lo supiera en ese momento del mismo Dios, si lo ponemos en nuestro contexto, que querrias que pasará en ese momento, algunos estarian pensando (Tragame tierra) y es que la verguenza que se siente al ser cuestionado por algo que se ha hecho en publico es algo que muy pocos son capaces de soportar, imagino que ella estaba totalmente avergonzada y seguramente con lagrimas corriendo por sus mejillas, sin querer mirar a los ojos al Señor, talvez no se atrevía a levantar su cara, esperando a ver que va a decir aquel a quien fue llevada, por quienes consideraban en ese momento que podria decidir si ella vivia o moria, y el le dice estas palabras, NI YO TE CONDENO, ahhh que palabras tan hermosas, que alegria saber que el unico que puede condenarme, no lo hace, sino que me dice que no me condena, trata de ponerte en el lugar de esa mujer, como reaccionarías ante esas palabras?
Despues de esas palabras el Señor le dice, vete y no peques más, esta debe ser la condicion del verdadero hijo de Dios, buscar por todos los medios dejar de pecar, tristemente no es lo que se ve hoy, la lucha contra el pecado ha sido pasada a un plano totalmente inalcanzable para muchos, pero el problema radica en que desde el pulpito se ha dejado de denunciar el pecado, porque es mas importante para muchos el que los congregantes den su dinero, a fin de presionarles con sus pecados, y esto ha llevado a los que estan en las iglesias se empiecen a sentir comodos con el pecado, el decirles no peques mas ha pasado a la historia, muchos dicen peque pero que no se note, que lo vean, procure hacerlo tan escondido que no se enteren los demas, en lugar de proponder para que los hermanos procuren llevar unas vidas santas, que agraden a Dios.
Oh Señor ayudanos a sentirnos comodos con el pecado, a que podamos cada dia luchar contra él, y no dejarnos envolver por sus garras, a que podamos desear cada vez mas estar alertas para no caer en las trampas del enemigo, danos la fuerza para luchar, y permite que no callemos ante las manifestacion de pecado que el enemigo pone a otros, permite tambien que tu amor nos mueva cada dia para hacer las cosas de tal manera que tu seas alabado, glorificado y honrado.
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