viernes, 6 de febrero de 2015

REFLEXION

Juan 5:8 Jesús le dijo: Levántate, toma tu lecho, y anda. 9 Y al instante aquel hombre fue sanado, y tomó su lecho, y anduvo. Y era día de reposo aquel día.

Despues de escuchar lo que el enfermo le dice, aunque nunca le contestó afirmativamente que queria ser sano, vemos que el enfermo no dijo de manera concreta si quiero ser sano, lo unico que dijo fue no he podido entrar al agua, esto es suficiente para que el Señor entienda que la respuesta es positiva, que su mayor deseo es ser sanado, es asi como nosotros tambien debemos inferir que aquellos que estan sin Cristo, necesitan que seamos eficacez en nuestra predicacion, el Señor dijo Levántate, quiero tomar esta palabra en 2 sentidos, el primero al enfermo, Cristo no le dijo intenta levantarte, no le dijo mira a ver si puedes, su palabra es rotunda, concreta, con autoridad, en ese sentido la palabra de Dios tiene tiene todo esto, y es lo que nosotros tambien debemos tener presente, siempre que usemos la palabra de Dios, podemos estar seguros que ella tiene autoridad y nosotros podemos hablarla de esa manera, pues el Señor nos mandó a hacerlo, y en segundo lugar tambien quiero tomar esta palabra Levántate, para nosotros, los hijos de Dios, es tiempo que tambien nos levantemos, que dejemos de estar postrados, y hagamos lo que se ha mandado a hacer.

Ahora el Señor le dice tambien toma tu lecho y anda, esto implica que lo que el enfermo habia estado haciendo por 38 años ya no sería mas necesario, ahora podria dejar de hacer lo mismo de cada dia, su condicion erá cambiada, y ahi se cumple lo que dice Pablo en Corintios, de modo que si alguno está en Cristo nueva criatura es, las cosas viejas pasaron he aqui todas son hechas nuevas, es decir ya no podemos seguir en lo mismo, y es esto lo que el Señor le manda al enfermo, ya no tienes porque seguir aqui, tirado sin hacer nada, ahora tu vida es nueva, y no puedes seguir en la misma condicion que venias, al igual que nosotros cuando predicamos el evangelio este se encarga de cambiar vidas, de que no sigan por el mismo camino desolado, haciendo las mismas cosas que acostumbraban hacer, la palabra de Dios es viva y eficaz, ella hace que nosotros podamos reconocer nuestros pecados, y al reconocerlos no podemos seguir cometiendolos, hay que definitivamente tomar todo eso que antes haciamos y dejarlo de hacer, recoger nuestro lecho y andar es no continuar con los viejos vicios, sino comenzar a caminar por la vida Cristiana agradando al que nos llamó a ser sus hijos.

el verso 9 nos muestra la situacion concreta, el hombre no se quedó acostado, diciendo estoy comodo así, es mi estilo de vida, ya son muchos años los que llevo asi para cambiar ahora, No, de ninguna manera el hizo exactamente lo que dijo el Señor, se lenvantó, tomo su lecho y comenzó a andar, notemos que no se puso a pensar será que si? de verdad estaré sano? y ahora para rocoger mi lecho, y dejar mi estilo de vida, yo no se como caminar, yo no se como levantar mi lecho, yo nunca he caminado, como pretende que empiece a hacerlo de un momento a otro, no por el contrario cuando la palabra vino, su efecto fue inmediato, no hubo tiempo para pensar en lo que iba a dejar, no hubo remordimiento, por el contrario estoy seguro que hubo gran felicidad en este hombre, pues podia empezar a hacer lo que nunca habia podido, quizas el miraba a los demas y añoraba hacerlo tambien, ver como durante esos 38 años muchos habian sido sanados, y ahora verse el esa situacion, al menos para mi produciria una  gran alegria, es lo mismo que hemos experimentado  nosotros cuando por la gracia del Señor, fuimos llamados a ser sus hijos, recuerdo ese dia con gran alegria, como las lagrimas corrian por mis mejillas, y me sentia flotando, me sentia una nueva persona, sentia que no cabia de la dicha, es lo que estamos robandole a quienes dejamos de hablarle, es de lo que estamos privando a quienes no les predicamos.

Oh Señor ayudanos, a no callar, a querer ver la felicidad reflejada en los rostros de quienes les predicamos, que seamos tan felices como ellos, al llegar a ser hijos tuyos, danos el deseo de no callar.

BENDICIONESSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSS.   

No hay comentarios:

Publicar un comentario