miércoles, 4 de febrero de 2015

REFLEXION

Juan 5:5 Y había allí un hombre que hacía treinta y ocho años que estaba enfermo. 6 Cuando Jesús lo vio acostado, y supo que llevaba ya mucho tiempo así, le dijo: ¿Quieres ser sano?

Bien aquí vemos una situacion de la cual no podemos pasar por alto, un hombre que lleva 38 años esperando a que el agua se mueva, lo que me hace pensar en cuantos años han pasado personas a nuestro lado a las que no les hemos compartido la palabra de Dios, si miramos a nuestro alrededor encontraremos muchas personas que tienen una enfermedad espiritual que los incapacita totalmente, y que sabemos que no pueden hacer nada para ser sanados de ella, al igual que el paralitico del pozo, estan postrados esperando pero no tienen como lograrlo, muchas personas de las que tenemos a nuestro lado, como familiares, amigos, vecinos, etc, estan en esa condicion, nunca les hemos presentado el evangelio, y lo que nos tenemos que preguntar es, cuanto tiempo mas estarán asi? cuando será que les vamos a presentar el evangelio?, el Señor hace una indagatoria para saber que pasaba con este hombre, se interesa en su sitacion, y es por eso que se acerca al mismo, será que nosotros somos igual de observadores? será que nos importa la situacion de los que estan en su enfermedad espiritual, y nos acercamos a ellos? un verdadero interes por esa persona es la que hace que se consideré su situacion de una manera diferente de los demas que estaban alli, es de recordar que habia muchos sentados al rededor del pozo, con sus ojos puestos en el agua, solo les importaba estar pendientes de que el agua se moviera, me imagino a este hombre, alli quieto, con sus ojos perdidos en el agua, deseoso de que esta se mueva, y con la esperanza de que esta vez si fuera él, el primero en entrar al agua, ya habian pasado muchos años, para ser exactos 38, en los cuales no vemos en que cantidad de veces cada año se halla movido el agua, pero lo interesante es que él está alli, ha pasado toda su vida en eso, no sabemos cuantos años tenia él, no sabemos si nació asi, o si sufrió algun accidente, lo que veo es su constancia, su deseo de ser sanado, y no importa cuantos años más tengan que pasar para lograrlo, su deseo de ser sanado es lo que lo mantiene al lado del pozo. Ahora el Señor le hace una pregunta que pareciera para muchos hoy una pregunta tonta, Quieres ser sano? hacer esta pregunta a alguien que lleva 38 años postrado frente a un pozo, para lograr entrar al agua cuando esta se mueva, y con una gran cantidad de personas en las mismas condiciones parece algo raro, pero preguntemos no será esto lo que hace falta hoy para que los que son de Dios lleguen a sus pies? que nosotros podamos preguntar cambiando un poco la pregunta, QUIERES SER SALVO? seguramente si preguntamos encontraremos infinidad de respuestas, pero lo importante es preguntar, debemos saber que el Señor nos mandó a anunciar su Reino, y que solo en Él hay salvación, es por eso que nosotros debemos anunciarlo, debemos hablar a aquellos enfermos que tienen no se cuantos años de estar en esa condición, el Apostol Pablo dijo algo muy parecido, en Hechos 26:22-23 Pero habiendo obtenido auxilio de Dios, persevero hasta el día de hoy, dando testimonio a pequeños y a grandes, no diciendo nada fuera de las cosas que los profetas y Moisés dijeron que habían de suceder:     Que el Cristo había de padecer, y ser el primero de la resurrección de los muertos, para anunciar luz al pueblo y a los gentiles.

Hermano lector, haz visto a las personas que estan a tu alrededor a las cuales nunca les haz hablado de Cristo?, haz visto a tus familiares, a tus vecinos, a esos que caminan pero estan muertos?, es tiempo de que sintamos dolor por ellos, y nos preocupemos por anunciar a ellos la palabra de Dios.

Señor ayudanos a no callar, a ser testigos, a anunciar tu palabra, y a alumbrar como antorchas en la oscuridad donde viven muchos.


BENDICIOONESSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSS

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