jueves, 13 de enero de 2011

UN VERDADERO SACRIFICIO

UN VERDADERO SACRIFICIO


La conducta cristiana debería  ser uno de los temas mas tratados desde los púlpitos hoy, debido al poco compromiso que se tiene con las verdades del Evangelio, si bien existen muchos Templos llenos de visitantes, la realidad es que  hay una ausencia total de compromiso a los preceptos Divinos.  Esto se debe a que es poco expuesta la verdad bíblica concerniente a la conducta Cristiana y aquellos  que tienen el privilegio de escuchar enseñanzas apropiadas conducentes a una vida de adoración, les cuesta poner en práctica todo lo recibido, puesto que dicha  conducta bíblica no forma  parte de la conducta aceptada  de la sociedad postmoderna.

El Apóstol Pablo, escribe a los Romanos desde el Capítulo 1 hasta el Capítulo 11,  una extraordinaria exposición de la salvación por gracia, llevando al lector  a contemplar su condición de pecador y como en Cristo por la gracia divina hay salvación, una hermosa exposición de la doctrina de la salvación,  luego   el Capítulo 12 empieza con un enunciado muy  particular.

Romanos 12:1Así que” (Reina, versión  1909)  

Expresión que traza un puente entre lo antes expuesto y las palabras a continuación, palabras que la Iglesia en Roma debería tener en cuenta y son las mismas que debemos también analizar y recordar la Iglesia de hoy.

   
Romanos 12:1  “Así que hermanos, os ruego por las misericordias de Dios que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional.”

El Apóstol  dice “os ruego” y les recuerda la misericordia de Dios que acababa de ser  expuesta en los capítulos anteriores, “que  se presenten en sacrificio”, y es en esta parte que debemos detenernos y hacernos  la pregunta ¿Cómo debe ser el sacrificio cristiano?  Y es el texto el que nos ayuda a entender el concepto del verdadero sacrificio como creyentes, para eso la escritura presenta este sacrificio  con tres componentes:

1-    Es un sacrificio vivo.
2-    Es un sacrificio santo.
3-    Es un sacrificio agradable a Dios.

1-Como sacrificio vivo, debe ser un sacrificio consciente  Romanos 6:13.

Debemos adorar a Dios de una forma voluntaria y consciente, recordemos que la escritura dice “éste pueblo de labios me honra pero su corazón esta lejos de mí” la hipocresía es repudiada por Jesús a todo lo largo de su ministerio, si nuestro deseo es presentarnos a Dios en sacrificio como exhorta el Apóstol Pablo, entonces debemos recordar que nuestro Señor le dijo a la mujer Samaritana, que Dios busca adoradores que lo adoren en espíritu y verdad.

2-Como sacrificio Santo, debe ser un sacrificio limpio y  puro  1Pedro 1:16.

Todo aquello que hacía parte del templo era Santo y este título no era por algo  particular en la composición de los elementos del templo, como si el oro dedicado  fuese celestial o diferente al resto de oro que existía, era Santo por  que estaba consagrado a Dios, ésta es la naturaleza de la palabra Santo, apartado, escogido, señalado para ser único, es por esto que todo lo que  damos a Dios debe tener las mismas cualidades, todo Cristiano debe adorar a Dios y entregarle todo, pero de una manera distinta a las otras actividades que desempeña, si el creyente en su vida social es esforzado, en su vida espiritual deberá ser mejor, entregando todo  de una manera única, perfecta, como la ley Mosaica exigía,  un animal perfecto, hoy tenemos que entregarnos en un sacrificio  con idénticas connotaciones.

3-Como agradable a Dios, el sacrificio debe ser aceptado por Dios.

Muchos pueden realizar sacrificios conscientes y únicos, pero estos pueden no ser agradables a Dios, todo lo que nosotros realicemos debe ser agradable a El y nos deberíamos plantear entonces la siguiente pregunta ¿Qué es lo que le agrada a Dios, que puede causar en Dios complacencia?

Debemos afirmar necesariamente que Dios solo tiene deleite en sí mismo, en su obra, en lo que El es, por tal razón podemos realizar obras que le agraden a Dios, sólo cuando  le dan gloria a El. Es por esta premisa que el Apóstol escribe en 1Corintios 10:31 “Si, pues, coméis o bebéis, o hacéis otra cosa, hacedlo todo para la gloria de Dios”

Debemos adorar a Dios con nuestra vida, pero esta adoración debe estar conforme a lo que a El le agrada y no podremos saber que le da gloria a Dios, si no conocemos su palabra “a la ley y los profetas, si no es conforme a esto no es agradable a Dios.

Conclusión

Somos llamados a entregarnos a Dios y rendirnos en sacrificio a El, pero si nuestro sacrificio no es Consciente, perfecto y en obediencia  a su palabra no estaremos adorándolo correctamente, solo cuando realizamos un verdadero sacrificio, como concluye el texto que estamos tratando, estaremos adorando a Dios de una forma racional.

Oremos para que Dios nos ayude a entender que El y su palabra son el principio regulador de nuestra adoración 


                                      "Santifícanos en tu verdad, tu palabra es verdad"



Pr. David Guzman Mendoza



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