lunes, 24 de enero de 2011

esta es una pequeña parte de un gran libro, se llama el Sermón del Monte de Martyn Lloyd-jones

Esta es, pues, la descripción general que se da del cristiano en las Bienaventuranzas.
¿Ven cuan esencialmente diferente es del no cristiano? Las preguntas vitales que nos
planteamos son, pues, éstas. ¿Pertenecemos a este reino? ¿Nos gobierna Cristo? ¿Es
El nuestro Rey y Señor? ¿Manifestamos tales cualidades en la vida diaria? ¿Anhelamos
que sea así? ¿Comprendemos que debemos ser así? ¿Somos realmente
bienaventurados? ¿Somos felices? ¿Hemos sido llenados? ¿Tenemos paz? Pregunto,
al contemplar esta descripción general, ¿cómo vemos que somos? Sólo el que es así
es verdaderamente feliz, verdaderamente bienaventurado. Es un problema simple. Mi
reacción inmediata a estas Bienaventuranzas indica exactamente lo que soy. Si me
parece que son difíciles y duras, si me parece que son demasiado rigurosas y que
describen un tipo de vida que me desagrada, temo que esto signifique simplemente que
no soy cristiano. Si no deseo ser así, debo estar 'muerto en transgresiones y pecados,'
no he recibido nunca la vida nueva. Pero si siento que soy indigno y con todo deseo ser
así, bien, por muy indigno que sea, si este es mi deseo y ambición, debe haber una vida
nueva en mí, debo ser hijo de Dios, debo ser ciudadano del reino de los cielos y del
amado Hijo de Dios.
Que cada uno se examine.

No hay comentarios:

Publicar un comentario