jueves, 10 de febrero de 2011

REFLEXION NUEVA

“No lo digo por que tenga escasez, pues he aprendido a contentarme” Fil. 4: 11

En una ocasión hablaba con un hombre y este me decía. “En la vida hay situaciones a las que nunca puedes adaptarte y mucho menos contentarte, y la escases es una de ellas”
Para muchas personas las circunstancias determinan sus obras y lo cierto es, que muchos de los momentos difíciles que  enfrentamos no son deseados, de tal manera que en cierta forma esto sirve para justificar el actuar de algunos, la desdicha que enfrentan sirven para justificar el mal proceder, de este modo, un hombre que nace con la pobreza como un estado en el que le tocó estar sumido, puesto que el no lo deseó, si no mas bien se le fue impuesto, su impulso a estar descontento con este estado y proceder a robar le sirve a su corazón como justificación, de esta manera encontramos que las circunstancias  determinan su actuar.

El apóstol Pablo escribe una carta que refleja un profundo amor por los hermanos filipenses estando en prisión, y a lo largo  de los cuatros capítulos se puede sentir este amor pero al final de este ultimo capitulo, pablo escribe unas palabras que demarcan el entendimiento que Pablo tenía  de las circunstancias y el servicio a Dios. 

El adoctrinar a las Iglesias Era parte del ministerio Apostólico y las circunstancias en las que Pablo desarrollo esta labor no era precisamente las mejores, y antes de terminar su escrito a los filipense, puesto que ellos bendijeron en momentos difíciles al Apóstol, era necesaria una ultima enseñanza, Pablo estaba interesado en que estos hermanos entendieran, que sus palabras a lo largo de la carta no obedecían a un interés personal, o un interés en las bendiciones económicas que ellos le hacían llegar.

Las circunstancias no determinan mi labor en el evangelio.

No se trataba de las palabras de un Pablo que  sentía que debía tener contento a los aportadores de su ministerio, no se trataba de las alabanzas de uno que pensaba que sin ellos y sus ofrendas su ministerio estaría acabado, no, nada de lo escrito por el Apóstol obedecía a esto, su compromiso por el evangelio no radicaba en las malas circunstancias  a las que los filipenses podrían librarlo, pues escribe    “No lo digo por que tenga escasez, pues he aprendido a contentarme, cualquiera que sea mi situación”

Las situaciones sean dulces o agrias no deben detener nuestra labor en pro del reino de los cielos, no deberíamos presentar   como justificación a nuestro poco compromiso en el evangelio la mala situación a la que pudiésemos estar atravesando, pablo dice,  cual quiera que sea mi situación, y esta obra  debe realizarse en el mejor de los estados en los que se puede encontrar el creyente “el contentamiento”  de esta forma pablo establece que  muy a pesar de  las circunstancia vivía contento sirviendo al Señor, que las distintas situaciones serían para el Apóstol el medio para trabajar para el Señor, no un obstáculo, aprendamos nosotros también a estar contentos sirviendo a nuestro Salvador sea cual sea nuestras circunstancias.   


Por.  Pator David Guzman Mendoza

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